¿Cuándo llevar a mi hijo al psicólogo? ¿Debo esperar a ver si se soluciona solo el problema?
Son diversos los motivos por los cuales podemos llevar a nuestro hijo o hija al psicólogo.
Lo primero de todo, es que tenemos que tener en cuenta que no existe un manual para la maternidad o la paternidad. Aprendemos recorriendo el camino, un camino apasionante, lleno de emociones positivas, pero también de miedo y muchas veces preocupación, de saber o poder acompañar a nuestros pequeños para que crezcan sanos y felices. Desde Dando Pasitos os recomendamos que igual que no dudamos de acudir al médico cuando detectamos un síntoma físico, tengamos en cuenta el poder acudir a un psicólogo cuando vemos síntomas psicológicos o emocionales.
Y es que a veces, llamamos a un psicólogo cuando ya hemos tocado fondo, cuando sentimos que no podemos manejar la situación bajo ningún concepto, cuando se me acaban todas las herramientas o las estrategias para ayudar a nuestros pequeños.
Otras muchas veces, nos preguntamos si será necesario que consultemos con un psicólogo en relación a lo que le ocurre a mi hij@, consigo mismo, con su entorno, sus iguales, en el colegio… o por “algo raro” que notamos y no sabemos ponerle nombre, explicar o colocar de alguna manera. Nos planteamos si será necesario o se resolverá con el tiempo, si el niño es demasiado pequeño o si lo que le ocurre es suficientemente grave.
En nuestra opinión, si te has planteado acudir al psicólogo, seguramente está bien que acudas. No es necesario que la cosa vaya fatal para ir a terapia, es más, mejor no esperar a que esté fatal.
Además, cuando vengas a conocernos valoraremos el caso y, si vemos que no es necesaria nuestra atención o es más adecuada la atención de otro profesional, os lo haremos saber para poder orientaros siempre de la mejor manera.
Os dejamos algunas “señales de alarma” que pueden hacerte decidir consultar con un profesional:
- Síntomas cognitivos o problemas de aprendizaje: problemas de atención, concentración, lectoescritura, bajo rendimiento escolar, sobre inquietud, dificultades en el desarrollo del lenguaje, etc.
- Situaciones vitales importantes: separación de los padres, vivir en otro lugar, fallecimientos de personas cercanas, etc.
- Síntomas comportamentales: hiperactividad, reacciones agresivas, conductas disruptivas, problemas de sueño, pesadillas, miedos extremos, conductas obsesivas, dificultades en la relación con la comida, comportamientos extraños, retroceso a etapas anteriores en algunas conductas, síntomas físicos como dolores de cabeza, tripa… (que no son explicados por causa médica), etc.
- Síntomas sociales: dificultades en las habilidades sociales, problemas con sus iguales, dificultad para hacer amigos, excesiva timidez o vergüenza, etc.
- Síntomas emocionales: tristeza excesiva, apatía, enfado o reactividad excesiva, irritabilidad, desánimo, etc.
- Otros síntomas como aislamiento, escuchar voces o hablar solo, ver cosas extrañas, etc.
- Otros síntomas o situaciones que consideremos relevantes o tengamos duda de si es “normal”.
¿Tengo que acudir yo a las sesiones con el psicólogo? ¿Qué se hace en terapia?
El Equipo de Dando Pasitos entiende al niño como parte de un sistema familiar. Del que el niño aprende, se nutre y se desarrolla. Nuestra filosofía es trabajar con el niño a la vez que con los padres. Entendiendo siempre el caso por caso. Nuestra experiencia nos dice que padres implicados siempre nos asegura mayor posibilidad de que todo se solucione mejor y en menor tiempo.
Si hablamos de adolescentes, también, aunque de otra manera, contamos con la implicación de los padres.
En Dando Pasitos somos especialistas en psicología Infanto-Juvenil y nos encargamos de la prevención, la detección precoz de trastornos o problemas psicológicos y su posterior tratamiento para ayudar a las familias y a sus hijos a desarrollarse felices. Si tienes cualquier duda puedes contactarnos sin ningún compromiso.
